Yago y Marta llegaron a mi con una idea muy clara pero muy difícil, su sueño era casarse en una playa fluvial a las orillas del rio Miño y para esto había un motivo mas que importante.
En aquella playa Marta había pasado toda su infancia junto a sus abuelos, que tienen una preciosa casita en lo alto del río, para ella aquel lugar era la manera en al que podía casarse mas cerca de su abuelita, que hoy en dia por motivos de salud ya no puede salir de casa, pero para Marta, decir si quiero a los pies de la casa de sus abuelos en aquel rincón en el que fue tan inmensamente feliz de pequeña tenia que poder ser realidad.
Llegar hasta allí no fue nada fácil, pues no había carreteras ni caminos transitables por vehículos, así que llevar todo el material decorativo fue todo un reto, pero lo conseguimos.
Una ceremonia llena de emoción, de magia y aventura que se hizo realidad gracias a mucho esfuerzo.
Gracias Marta y Yago